En transporte marítimo existe un concepto conocido como «autopistas del mar». Las autopistas del mar, en contra de lo que pueda parecer, no son infraestructura. No hay nada físico en el medio del mar que delimite unos carriles. Son un servicio. Las autopistas del mar son una serie de líneas regulares que conectan por vía máritima puertos más o menos cercanos.

Nacen al principio de la década de los 2000 de la política de transportes de la Unión Europea. En ese momento, la UE ya tenía marcadas y bastante avanzadas las políticas en otros medios de transporte. Ya había liberalizado el transporte por carretera, ferrocarrril y aéreo, pero seguían sintiendo el transporte marítimo como una asignatura pendiente.

El objetivo de las autopistas del mar es buscar una forma de transporte más eficiente en la periferia de la Unión y descongestionar el tráfico por carretera, que en muchos casos está al borde del colapso. Con estos servicios se intenta reducir el tráfico que atraviesa los Pirineos, Irún y la Junquera, en el caso de España.

Acutalmente están en funcionamiento algunas entre España e Italia a través del Mediterráneo y una entre Gijón y Nantes. La idea es que un transportista llegue con su camión al puerto de Gijón, meta el camión en un buque, que llegue a Nantes, y desde ahí vaya a su destino. El transportista se ahorra el coste de combustible en ese trayecto y además el conductor del camión aprovecha el tiempo del viaje por mar para descansar. Es decir, que el tiempo que el camión tendría que estar parado en tierra para descanso del conductor, lo pasa en movimieto en un barco.

Me parece que es el concepto que se materializa en las autopistas del mar es muy interesante.  Por un lado el transporte marítimo es más eficiente que el de carretera, por lo tanto el hecho de introducirlo mejora el rendimiento del mismo. Por otro lado, el hecho de que se aproveche el tiempo de descanso del conductor, genera un ahorro aún mayor.